¡Ay qué triste melodía...!

¡Ay, qué triste melodía
recibían las estrellas,
de la boca de aquel niño
que lloraba por su abuela!,
y lloraba por los brazos,
las caricias y, la ausencia,
de aquel cuerpo y su figura
que buscaba sin respuestas,
y lo hacía cada noche
con palabras y maneras,
desgranando la sonrisa
de su boca siempre fresca,
y es que ahora estaba solo
con las sombras que se acercan
y se llevan a la anciana
a otro mundo de tinieblas…

Yo asistía estupefacto
a este llanto y pataleta,
de aquel niño tan precioso
que mostraba así su pena.
No sabía qué decirle
ni qué hacer por su problema,
ya que el alma es un misterio
y se escapa a nuestra esencia,
hay que ser como los niños
y buscar esa sorpresa
de ilusión y fantasías
en los versos de un poema,
porque ellos ven la vida
de otra forma muy diversa,
con los ojos infantiles
y cargados de inocencia…

“…¡Ay, qué triste melodía,
deja el niño en esta escena,
porque siempre, en su recuerdo,
tendrá el beso de la abuela!..”

Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/20

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Me encanta, opino igual.Hermoso poema. Un abrazo.

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Gracias Kumdeamor.
Un abrazo.

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Gracias por tus palabras Noracris.
Saludos.

¡Es precioso, Don Rafael @foncho05 !!!
Despierta amor y recuerdo hacia todas las abuelas que no están.
Creo que cuando nuestras abuelas se van, todos somos niños, sin importar que tengamos, cronológicamente, 20, 30, 40 años.

Le aplaudo :clap:t3: :clap:t3: :clap:t3:

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Gracias por tus palabras, Aldanalisis.
Un saludo.

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Triste y hermoso poema. Saludos poéticos.

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Gracias Sinmi.
Saludos.

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sensibles letras. Gracias

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Gracias Agueda1234
Saludos.

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