Calcinada entre tus brazos, fui quitando mis cenizas, la purísima evidencia de una noche entre caricias.
No hubo prisas, hubo risas, que entre fuego se disipan, entre llamas color rosa con sutiles notas rojas.
Y la calma yace en cama y se duerme entre las olas que se cuelan en los sueños de una noche en nuestra aurora.