Quizás termine
en otro puerto de humo
y grite que te amo
en cada palmo,
sombra de soles
hasta mi muerte.
Quizás al besar
cada brote desnudo,
exhale ese
estremecimiento,
por las cordilleras
de tu barbilla,
lo más seguro
no necesite de ti,
ni de tu inmunidad solemne
que arranca cada uña y sortija.
Solo quedo sumisa
a mi deseo,
a sentir tus caricias
como jabones,
por mi pelo azulado
y encontrar
toda ferocidad,
abrazada a tu regazo.
¿Apagamos esta pena?
Quizás no quede más
de mí y eso anhelo…
hasta empaparme
de tu ardiente marisma
y crecer entre flores.
Enid Rodríguez Isáis
Estados Unidos
Febrero 2022.
Fotografía por Laura Makabresku
“Intimacy of the Heart”