Archipiélagos

Considerad a este archipiélago de carne marchita
navegando la tarde
sobre una marea de recuerdos,
remando sobre la hierba
donde orinan los gatos.

Habituado a perderme,
el vecindario es un campo de batalla.

Allí todos los jardines exhiben sus rosas
sangrando crepúsculos,
la belleza es siempre dolorosa
sino que lo diga la poesía.

Tus caricias no me alcanzan,
avanzo entre las hojas secas del verano,
como los días sin tiempo
en que habitan los sueños.

Considerad a este archipiélago
de olvidado navegante,
casi un náufrago,
extraviado sin saberlo,
apenas un conjunto de palabras
donde habitan las sombras,
y nada, solamente nada
nos confirma.

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Desde el título…tiene un halo muy hermoso este poema! Me gustó mucho, compañero.:rose:

Precioso final…

Abrazos, Víctor.:heart_eyes:

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“extraviado sin saberlo”… Grande! :clap: :clap: :heart:

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Un gusto recibir tu comentario, agradecido.

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Van abrazos de regreso para vos, con mi agradecimiento.

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Gracias Magdalena, la del llanto de perlas y rocío

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