Dormir sin miedo agarrada
al suelo,
la puerta de atrás
cerrada,
truenos y rayos de ladrillo
contra la ventana
en un simulacro de incendio
que empezó contigo;
y besos de última hora,
abrazos cerca,
corazones en dibujo
y ningún reproche ni pesadillas
frente al espejo,
solos tú y yo
en ese rincón oscuro
sin más nada;
y tierra, y fuego,
y todo el agua del mundo
en una ráfaga de viento azotando
el cuerpo;
y al final, todo lo que no nombramos.
Siempre hermosa poesía poetisa.
Precioso poema, Marta
un poema muy hermoso lleno de lindas métaforas.
Tempestad por dentro y por fuera cuando el amor se hace presente con toda su furia. Hermoso poema Tali.
Saludos.
El poema es buenísimo. Posees esa capacidad exacta, de pequeñas gotas de aquí y allá que dan intensidad integral al poema, sin olvidarnos del meollo.
Me alegra leerte, como siempre.
Saludos.
Demasiado tiempo sin verte por aquí, demasiado…
Me alegra leerte, mi Tali.
Hermoso poema, con esa ráfaga de viento tan tuyo…
Abrazo fuerte!
Siempre me estremeces, Marta.
Abrazos
y aparte, adoro tu poética
arrinconada o luminosa
digna de los principios y de los fondos de olla
Abrazo inmenso bella Tali. 
Ya sabes cuánto me alegra verte aquí de nuevo, amiga. Y con un poema tan precioso, tan tú.
Me quedo en esos versos… 
Sencillez, profundidad y encanto.
Encantada de leerte de nuevo.
Que bonito y que inmensidad de versos siempre tan tiernos con ese sello tan tuyo, poeta!!!
Gracias, precioso! 
Gracias, mi Magdalena, siempre!
Te he echado de menos, mi Lidianny. Muchas gracias
Me encanta tu comentario! Muchas gracias, Jerónimo
Un honor recibir estas palabras tuyas, Pedro… muchas gracias!!
Ai, sí, demasiado… he estado malita, pero ya voy mejor (lenta, pero de pie… ji). Muchas gracias por estar aquí conmigo, María mía!
y tú me sonrojas, Javier! muchas gracias, de corazón a corazón
Qué alegría volver después de semanas y leerte aquí, mi Jessica. Muchas gracias por tus comentarios, siempre tan generosa conmigo. 
