Donde antes hubo ruido.
Bullicio.
Ahora solo queda un silencio sostenido
que pasea,
taciturno,
por calles desiertas.
Ausentes todos,
la nada reina en la ciudad.
Por favor, rindámosle pleitesía.
Y que vengan tiempos mejores,
que nuevos aires soplen
e insuflen
toda la esperanza que hemos perdido.
Que esta rueda gire de nuevo.
Y con ella,
nosotros.
Y con nosotros,
el recuerdo de los que ya no están.
Conquistemos de nuevo la calle
a fuerza de vida,
a golpe de corazón.
Sin olvidar lo que nos costó esta batalla,
sin pretender sentirnos ganadores
de algo que no nos pertenece
—y a los hechos me remito.
Acertada reflexión, apreciado poeta, desentendernos de aquello que no merece ser entendido…ni atendido…nada ni nadie puede sacarnos la libertad interior!
Abrazo, compañero @Verbis!
Muchas ganas de que el deseo de tus versos se haga realidad. Muy bien plasmadas esas ansias de libertad, de volver a la “vida plena”.
Brindo contigo, amigo .