Es esta mi distancia,
ser un náufrago atroz
de este sendero ciego,
donde el silencio brota
en cada amor ausente,
en cada despedida.
Como una flecha avanzo
hasta la soledad
de este vano momento,
que se aleja invencible.
Epitafio sombrío.
Yo quise sonreír.
Por Dios que quise!
Encontrar la salida
a esta condena inapelable.
Escapar del reloj,
cerrar el paso, el hueco,
por donde se nos marchan
las horas y los días…
Inevitable desventura.
Sólo tu abrazo
puede templar el aire
en esta aguda angustia
que todo se lo traga…
“Yo quise sonreír.
Por Dios que quise!
Encontrar la salida
a esta condena inapelable.
Escapar del reloj,
cerrar el paso, el hueco,
por donde se nos marchan
las horas y los días…”