De noche nos florece la vida…
Las hojas vuelan del hangar
de las frondas lluviosas
hacia la rosa de los vientos.
Vibra enérgica una orquesta
de órganos profundos
resonando en valles ebrios
de luna
y exhaustos de duelos.
¡Ángeles de tierra y viento!
Elementales,
emergemos de calcinadas ruinas,
intactos, relucientes.
La primavera es nocturna
y es nuestra,
infinita en sus costados.
¡Cuenta la leyenda
que somos ímpetu, ensueño y poesía!