No me dejes, tengo frío…
Arrópame, será solo un instante
Siento la tibieza de tu roce…
Cúbreme, será un momento
Con la presión de esas manos
Generosas, inabarcables.
Sálvate, para mi es demasiado tarde
De la fatalidad segura, perro negro
Que te aboqué, oscuro
Huye de su mordiscos, despedazan
Y dejan indelebles
Costurones en las almas
Deja manar, amor, ingrávida
Mi sangre caer, en la niebla
Turbia y enferma
A borbotones de roja hiel
Sobre la boca sedienta
Del negro ser… coagulada
Mueca sin boca, sin ruido
Impávido, con esos ojos
Terribles…
…
Ya casi es…
¿Donde están tus manos, y las mías?
¿Donde están las manos de Dios?
No distingo…
…
Ya no siento, ya no soy…
Creo dormido, por último, leve
Dejándome agarrar
Olvidar suavemente
El tenue tacto de tu piel
Camino del abismo
Hacia esos ojos cósmicos
Tremendos y horribles
…
Nada queda.
@Inmalitia, Andrés García ©, Agosto 2018
Imagen: dibujo no identificado que ilustra un libro de mi propiedad.
