Amor a tono sin concordancia

Cómo pensar en amarte,
si la palabra amor en mí
ha sido pasión y después dolor.

Cómo dejarte entrar,
si ni siquiera has llamado a la puerta
ya desgastada de tanto abrirse.

Cómo dejar que me toques,
si tus manos son suavidad
y no van con las cicatrices de mi piel.

Cicatrices abiertas, que palpitan,
que supuran nombres, vicios,
y vagas promesas.

Promesas de hartazgo,
de sumisión, de vana elección
e irresponsabilidad.

Que me encontraba así,
como un reflejo de mí,
de mi ser caído, de mí,
de mi piel desprendida, de mí,
de lo que pude haber sido.

De lo que no sabía,
de lo que no suponía,
de lo que no merecía,
de lo que no requería.

Piel desprendida de besos secos,
rotos, usados y tirados.
Piel desprendida de un corazón
a oscuras, inerte, frío.

No sabía de miradas a escondidas,
de sonrisas sin programa.
No sabía de labios carnosos
y manos tersas.

No sabía de la idea
de un amor saludable,
un amor a tono,
un amor cálido.

No sabía de un amor
con bordes suaves
en los cuales puedo golpearme
y no herirme.

No sabía de lucidez,
de esperanza,
de concordancia
y entrega.

Que no sabía de estas cosas
a las que llamas cariño,
consuelo y plenitud.

¿Cómo entregarme a un amor así?

2 Me gusta