Enrédame las manos en tu piel
rompe mi ceniza con tus besos
desata mi sed sobre tu boca
límpiame del aire de tu ausencia.
Porque añoro dormirme en tu costado
y perderme en el país de tu cintura;
porque quiero amarte libre
y renovar aquel amor con que un día amamos.
Que cada golpe de nosotros
nos devuelva al fin a los sentidos
a ese lugar en donde nacen las pasiones
en el que mueren de abandono, los olvidos.