Las verdinegras alamedas
como guardianes del sonido
danzan al viento esbeltas copas
hienden el tan altivo cielo
con su aleve viento encendido
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Precioso !
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Maravilloso!! Se escucha el viento en el ramaje…
Saludos, poeta!
Una maravilla!!
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Gracias. Es un halago viniendo de ti que creas esas perlas de luz y belleza. Saludos.
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A ti siempre compañero.
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