Al jardín

Sábado. Existo. Me detengo en un VACÍO que me es ajeno, a mirar, cómo los muertos eclosionan en milagros; cómo las hojas de nuestros días, al pisarse, CRUJEN como CRÁNEOS que, sin querer, recordaron; cómo algo entre la causa y el efecto se lacera, se retuerce, se prolonga… Quizá sólo sea mi punto de vista: en lo ajeno TODO es frágil. Ser a su vez otros es sentir por todos que, alguien con un roído centavo acarrea al Mundo, pero igual sufre: porque el Cielo no le es real. Dioses en la tierra, sólo un mortal pudo cabalgar hacia los cielos, y éste, llegada su psicosis de mesías, echó a los segundos del Verbo. Y sí: NOS BENDIJERON CON SEGUNDOS. Mas el fruto traía la incomprensión. Mas el árbol sigue siendo venerado. Estamos iguales, Arturo, nos mordieron a todos POR IGUAL, y nos hicieron rostros, ROSTROS, pero no nos hicieron olvidar… ¿Por qué no?, ¿Qué hay detrás de esa pausa, de esa estatua sin cabeza? La SILUETA de un MIMO: no la mires mucho que duele; nos duele; el brazo de mar no tiene las respuestas ni las preguntas que buscamos, pero quizá podamos teologizar sobre sus muchos pecados tatuados: el LEVIATÁN que no embalsamaron, a la deriva, en el rincón jurado (para NADA carnívoro). El Mar, alguna vez, me hizo olvidar: de entre los cucos pude ser el más ingenuo: la misma ingenuidad que lamentan ahora los cuerpos. Lamentos que alienan. El corazón no se lamenta. El corazón ENCARNA EL ALMA, o es herida de esta. Yo pude hacer de mi corazón un ataúd póstumo, una caja fuerte que SÓLO MI VERDUGO sospechase, llegada LA NOCHE similar a ésta y a muchas otras veladas que nacen de la lástima… Corazón hendido: verdugo ROTURA fielmente, cuesta oxigenarse con DELIRIOS, no quiero las pastillas humanas, impecable sicario, no quiero el diezmo del ángel, dame ostias de cristal: los verdugos de uno, NO SE MUEREN con uno. El verdugo es tan inmortal como la vida que quita, como la vida que salva. YO ME QUITÉ LA MUERTE Y FUE IGUAL QUE QUITARME LA VIDA: círculo vicioso: la gota de sangre que cayó la tuve que lamer: el Eclipse no quiso darnos otra media hora, no hubo forma de catequizar: YA PONTE la máscara de muerto, ¿por qué sigues dudando? no, pero dime ¿qué querrás hacer cuando todo esto se venga abajo? No estoy tan seguro, las llamadas tienen voz, pero no pulso. No fumes en la cama, malnacido. ¿Oíste? Respeta el espacio de los demás. Aquí nos vivimos todos, aquí nos morimos todos. La culpa. Ah tantos años ya, tantas filosofías con memoria… Hay que olvidar lo más que se pueda: puede ser que sea nuestra última oportunidad: antes de que nos llegue el ULTIMÁTUM de la mediana edad y nos despojen de nuestras paredes (de nuestros puntos cardinales): podemos hacer las paces con los espejos de este mundo, y enarenarnos del polvo dado luz, abortado por nosotros. El olvido nos llevará AL JARDÍN, al jardín de las flores arrancadas, arrancadas por nuestro yo más cuerdo: amado prójimo, adiestrado prójimo: no dudes en hacer de la mente un INFIERNO, y hazle caso al fósforo, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
¡En venta!: guano de bufón.

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Te leo con más tiempo…hasta luego :hugs: