Te quiero después de haberte querido,
y si lo escribo ahora
es porque antes no podía,
me dolía mucho quererte
y me lo impedía el sufrimiento.
Te lo digo ahora que ya no te quiero. Te quiero.
Te quiero desde la tranquilidad
de no quererte ya.
Cuando te quería no podía pensar,
el dolor era mucho
y tu imagen ocupaba toda mi mente;
todo lo que podía hacer
era quererte y pasarlo mal,
no tenía fuerza para otra cosa.
Pero ahora que ya no te quiero
quererte resulta más fácil.
Ya no me puedes hacer sufrir
ni captar toda mi mente.
Ahora que ya no te quiero
te amo más y mejor que nunca.
