En donde habita el sentimiento,
en lo efímero de las horas,
en la medida de lo que siento,
ahí te escribo,
ahí las palabras faltan,
ahí siempre te veo.
Ahí puedo sacar todo esto de mi pecho,
ahí confieso que me gustas,
te reescribo y te leo.
Ahí entre la angustia escrita
de que estás tan lejos,
en las ansías infinitas
que provocan incendios,
ahí estás…
en el principio y el final
de todo lo imposible,
en mis pensamientos repentinos
donde eres intangible…
ahí te dejo…
eterna en las palabras,
que escribo para ti,
dejando saber que
de cierta forma te viví.
Pedazo de nostálgicos románticos, Ely. Eres tan transparente al escribir que creo que ya te conocemos bien los que te leemos. Muchas felicidades. Abrazos cariñosos