Agua

Mi agua duerme en ese cuenco,
en la corteza ávida de ese cuerpo
hundido en la raíz de los sueños
urdiendo futuros y otros cielos.

Tuve una mirada arrojada en celo
deshecha en el dorso del tiempo,
un arenal de deseos inciertos
utópicos placeres y secretos.

Recónditos los cuervos del alma
lloran la tórrida noche del pecho
obscuros como la espuma falsa
por un poco de carne del lecho.

4 Me gusta