Te esperaré
hasta que el silencio de estos días
quede afónico
y puedas lograr gritar,
mi nombre
en silencio.
Te dejaré ir,
si noto que la afonía viene a mis letras,
y los días que no vivimos, vacían su luz
hasta quedar tan ciego
que no pueda soportar
no sentirte más cerca,
entonces
sólo podré gritarle a Silencio
que envuelva este cielo de tormentas.