Se fue como una noche de verano
como una musa deprimida.
Yo que nunca la había visto
en pantalones vaqueros.
Fue un adiós suave
ligero como el terciopelo
pero un adiós igualmente.
Ahora tendré que refugiarme en las páginas
de aquellos libros escondidos
en los estantes polvorientos
donde hace mucho que no paso.
Se fue como un amago de caricia
temblándole los labios
con los ojos a punto de encharcarse,
pero totalmente convencida
de que ya no quedaban versos
en aquella casa.
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Bello poema. Ingredientes de nostalgia y melancolía por la musa perdida.
¿Qué queda entonces, adónde buscar refugio, adónde encontrar inspiración ?
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Queda emborracharse, amigo. Saludos.
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Ufff, me encanta tu poema, Jose.
La desolación que deja el adiós cuando ya no hay nada a qué aferrarse.
Qué bonito lo de ese adiós de terciopelo.
Te felicito, amigo
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Muchas gracias amiga, que bien has descrito lo del adiós.
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Precioso poema, Josele. Un saludo cordial
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Muchas gracias, saludos para tí.
Tras el adiós, queda pura inspiración. Buen poema. Felicidades
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Por lo menos queda algo.
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Qué maravilla, Josele, por favor!!!
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Muchas gracias Tali. Saludos.
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