Abro mis ojos y me veo en medio de toda la inmundicia.
Me levanto y no siento nada.
Miro mis pies descalzos con disgusto mientras les llega el sol, potente.
Tomo un vaso con agua y percibo que nada ha cambiado en el tiempo.
Absolutamente estoy aburrido.
Pretendiendo agrado a la casa.
Resolviendo el problema del tiempo me doy cuenta de que solo somos un grano de polvo que constituye una superficie sucia y grasienta.
Podrías besarme ahora mismo.
Tomar mi mano y dar un paseo.
Por favor, no me dejes aquí.
Mi cabeza y mi corazón no son guías.
Definitivamente aburrido.
Copia de una copia de otra copia.
Días iguales.
Hechos distintos.
Mismos resultados.
Insatisfacción permanente.
Esa es la verdad.
No debes por qué preocuparte.
Haré lo que siempre hago.
No me iré en un buen tiempo.
Solamente estoy aborrecido.
Un mismo resultado para varias actividades.
El sol deja ver una atmosfera de vagabundo.
De flojera.
Intento tener muchas personalidades.
Pero al final de toda actividad, el aburrimiento me gobierna.