A ximena, profe querida

Miro el poder en el mundo
miro el agua
miro el espejo mirando mi mano;
miro la desnudez
y los recuerdos…

miro las estaciones, miro los lirios
en su mundo de savia y silencio,
miro los días grises;
miro lo callado y ausente
miro sus ojos de aguja, miro sus dias sin mí

miro después la lluvia,
altas corrientes marinas
de un cuerpo que ya no es cuerpo,
de un espacio que ya no es espacio.

Miro el mundo,
miro de forma coherente su lugar
fresco manantial de archipiélagos sin nombre.

Todo era yo, todo era ella
su voz de diamante en un jardín,
su ansías de superación y altivez,
su lugar dentro de mi lugar
y su estación tan cercana a la mía.

Hay una luz ciega colgada de todos los nortes,
hay una esperanza dormida entre dos claveles,
hay un mundo que se parte en ls andanada,
hay una marea verde que separa a mi muerte.

A ti te digo, que he de orar por sobre los montes
cantando a las manzanillas y ortigas;
que he de orar por sobre el crepúsculo
y mi poesía se ha de hablar por más de diez idiomas.
A ti te digo, que no en vano me enseñaste,
que no es una timidez de cuerpo ser melancólico
que las mejores personas lloran antes
que de almas nobles estan mis manos.

A ti te digo, que el país del nomeolvides
ira mi pan y un prófugo rumor me delata,
que por las estaciones de París o Roma
se hablará de mí
y de mi hablando saldrá tu nombre

ahora que estoy sin mareas
ahora que todo se parece a mí llanto
ahora que todo juega con mi cuerpo.

Ahora te digo que ya eres del tiempo;
un adorno circular en una calzada.

Maestra Ximena: lucecita desierta
de un país poco conocido, profesora mía
que tu luz me guie como un ejército impasible.

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Maravilloso, tierno y profundo homenaje, que siempre te acompañe, poeta!!!

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