Lírico.
¡Tu plumaje pardo se confunde con la tierra!
Estas dormido y también acalla la ventisca,
la tarde te honra cubriéndote con su nevisca.
Hay ecos de tu canto vespertino en la sierra;
en la baraúnda ciudad que aciaga te entierra.
Pajarillo, tu memoria se eleva y se enrisca,
tu aliento se funde colonial en la torvisca.
Abandonaste el nido y la vida te destierra.
Pinta otro paisaje con el prisma de tus alas.
Huye de las temporadas crueles del ramaje,
ya eres libre, avecilla de cantos exquisitos.
Tus coros celestiales son joyas que regalas
y el aire melancólico te hace un homenaje
dejando en tu lápida sonoros sobrescritos.
Jorge Martínez C.
Autor.
Foto de mi autoria.