Por unos empresarios prepotentes
a diario al tajo el pobre se encamina,
por culpa de unos golfos tan ausentes
que hasta el controlador se contamina.
Del gobierno les llega gran apoyo
para que mangoneen cuanto quieran,
que los controles suenan siempre a rollo
mientras los resultados desesperan.
Porque los empresarios son ladrones
con todos los políticos comparten,
ya sean beneficios o condones
que incluso los placeres se reparten.
Será por eso que robar prefieren
aunque muchos currantes no se enteren.