A pequeña escala

Las aspas de un ventilador al girar, van dibujando desde el ocre techo, hasta la terracota del piso rastros de un algo que pasa en el espacio y se define en términos caducables como propiedad privada. !vaya que pesa el sentido de pertenencia¡ [cuando no es publico]. Es un reinado a pequeña escala.

El jefe todo lo sabe: El jefe todo lo ve.

A sus espaldas, un simulacro de biblioteca aloja visibles cantidades del mismo polvo esparcido por el ventilador dentro del espacio (propiedad privada) —yo agregaría— propiedad privada de limpieza. Ah, y también dos manuales de administración de empresas, entre ellos, llama la atención un viejo catalogo de la «American Fruits» de descuidada redacción, con sobradas pretensiones de antiguo testamento de las frutas.

A mi entender esas tres cosas defectibles (como todas las cosas) cumplen el cometido de transmitir la idea de que: “el jefe todo lo sabe”. Y todo lo ve porque ha hecho instalar un sistema de cámaras en circuito cerrado de televisión, en un vano intento de custodiar todo movimiento en los objetos y entidades móviles bajo su dominio, y hacer juicios basados en evidencias graficas en tiempo real, en lugar de las odiosas hipótesis del hecho aparente.

A lo alto cuelga un pendón de cloruro polivinílico donde se lee la inscripción « Verdulería El-Roi»

Nosotros tenemos la sospecha de que nuestro patrón es medianamente infeliz.

Hemos concluido que padece el síndrome de dios. A mitad de la semana, cuando ya los monstruos que residen en nuestros bolsillos se han comido todas nuestras exiguas monedas ; él aparece, oxigenando las economías individuales de cada uno de nosotros, —por separado,— en forma racionada pero vital. Acepta las gracias pero no con la señal del agradecimiento explicito , sino con el ademan de la adoración.

Y no porque sea bueno o malo, simplemente porque se siente un dios a pequeña escala. Y no se puede ser dios y feliz al mismo tiempo. salvo que estemos en presencia de un dios verdaderamente irresponsable . El jefe es tan sensible como irritable, para hacerlo enojar basta que uno solo de nosotros se coma una manzana sin su permiso.

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Muy bueno! Mis saludos cordiales!

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Bello relato

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Muy buen relato Domingo.
Mis felicitaciones y admiración.

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Gracias Nora, tus palabras me conmueven y hacen nacer asteriscos en mí corazón, me siento feliz de contar con tu preciada atención. Gracias.

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Gracias Héctor , que gran honor me haces con tu atención, un saludo fraterno amigo.— admiro tu obra con devocional empeño.

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Gracias Lidi, que gran honor tu presencia en este espacio, saludos.

Muchas gracias Martucca, me siento muy afortunado por tu atención, es un honor queme haces, sabes que soy admirador de tu obra poética, saludos.

El honor es mío… Un abrazo grande, amigo!

Es realmente maravilloso recorrer el sendero de tus letras
Me saco el sombrero que cubre mi calva para saludarte Maestro
Un abrazo

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Magnífico relato Ludico. Lo he leido muy despacio para disfrutarlo más.
Tiene tu sello indiscutible de calidad. Me gustó mucho.
Felicitaciones.
Ab razo

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En este preciso instante no se si reír o llorar (tiene una gracia subyacente), este relato me recuerda a un “jefe” que conocí. Creo que tu sabes mucho de ser el dios del olimpo empresarial (y ser infeliz por ser dios, no se si valía la pena).Con la sensibilidad a flor de piel (todo el mundo la podía tocar) y conmoverlo hasta los cimientos, aunque se diferencia de “El Jefe” de tu relato, le encantaba regalar las manzanas, aunque la que administraba con sapiencia las manzanas no estuviera de acuerdo. A veces llamaban a ese “jefe” “don regalón” y todo tuvo su fin cuando “la propiedad privada” se convirtió en “propiedad pública sin merito” para serlo. Fin de esta historia con propiedad privada incluida. Gran relato que me trajo recuerdos.

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caray, me has hecho pasar un buen rato leyéndolo y he soltado alguna que otra carcajada, a cuenta de la propiedad, típica de la falta de limpieza. Dios sea loado
Y un saludo si el protocolo lo permite

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Agradecido Ricardo por tus enfáticas y motivadoras palabras, que llena mí alma de entusiasmo por esta actividad donde tengo honor de compartir contigo. Gracias por tu atención.

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Muchas gracias maestro y amigo, contento con su visita su apreciación me emociona y da contentura a mí alma, saludos y agradezco el honor de su lectura.

Creo que dios , pudiera tener gran futuro en las grandes ligas de béisbol, ya que nadie lo puede tocar, así que nunca lo harían “out”, pero imagino que por su cualidad de intocable jamás jugó a “la eres” cuando niño. Mí más inquietante pregunta es ¿ Los dioses y/o sus aproximaciónes son felices?
Gracias por tu lectura atenta y motivador comentario. (Tqm)

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Me contenta mucho tu presencia, y esa amable apreciación que haces de este relato. Es un honor contar con tu anuencia Eusebio, a pesar de la pandemia —un abrazo grande.

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Excelente relato, me sentí vigilada por dios jajaja y en una oficina ocre con montón de papeles viendo mi vida pasar entre los resquicios de las ventanas :roll_eyes: :slightly_smiling_face:

Me encantó todo!!! Felicidades !!!

Abrazos poéticos,
:hugs:

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Gracias Selene, todo un honor tu atención y un motor de aliento tu comentario. Ya estoy por terminar " duendes de caperuzas moradas", no me decido aún si va en verso o prosa, pero ya lo tengo armado. Gracias por tu visita y esa energía tan grata que irradias.

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Jajajajaja Gracias a ti por la amistad :hugs: :relaxed: y por que sigo aprendiendo de todos y cada uno de ustedes !!!

Feliz, feliz de leer a esos “duendes” jajaja

Abrazos cariñosos,