He dejado un trozo de mi alma
en la fina llovizna, dulce,
del Perú, allí donde mi nieta
sueña con caballos azules.
Mi sangre, caprichosa, encarna
un linaje altivo de nubes
y guerreros incas con sueños
de España eterna, que nos une.
La vida es hermosa, mi reina,
y ángeles dorados descubren,
para ti, toda la hermosura
que, en tus ojos, siempre reluce.
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Qué bonita dedicatoria y qué hermoso poema para tu nieta!!
Felicidades!!
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Muy bello.
Hermoso poema para tu nieta.

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Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
Muchas gracias. Los nietos son un premio hermoso . Saludos
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Me ha cautivado la primera estrofa 
Un poema precioso, José Antonio 
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Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un saludo. Gracias.
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Muchas gracias. Los nietos son un regalo que nos concede la vida. Un saludo.
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