Has crecido junto a los verbos más duros…
creo que puedes sonreír,
dejar la ira, la noche,
los enjambres del silencio…
guarda la necesidad
solo para los recuerdos.
Llorar, porque hay que llorar,
aligerando a las nubes
la carga de sus destierros.
Sufrir, porque hay que sufrir
como semilla de invierno
antes de coser raíz…
Creo que puedes sonreír
como arma generosa,
humanidad, pensamiento…
deja para los idiotas
que llegaron a ser reyes,
atrapados en la ley
de una sangre que no existe.
Sal a la calle, resiste,
insiste en la tempestad…
conocerás miedos viejos,
errantes, buscando el dueño…
la libertad dando sombra,
a cada paso.
Creo que puedes sonreír,
he pagado con la vida,
adquirido ese derecho,
no hay temblor de despedida…
he reservado el asiento.
Ahí te siembro algunos besos…
Es que me tengo que ir…
Pedro…de momento. Junio de 2023. A mi hijo.