Frente al lienzo la madre inmensurable
me gritaba con aires de usurera:
El cero de la izquierda no coopera,
mas no pienses que sólo es miserable:
si a tu diestra permites que se entable
−aquello que potencia sólo fuera−,
al acto se me pega en la carrera:
procura que tu trazo sea honorable.
En aras de algún símbolo emblemático
al tintero miraba con ternura…
¡oh suspenso! tu rostro fue simpático,
de mi pluma reclamaba la finura
pues tres puntos −rigor del matemático−,
sí que evocan potencia nunca impura.
Agosto 11 de 2020
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David
12 Abril, 2021 21:05
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Evocador y entrañable, Javier. Leerlo es pensar. Y eso siempre se agradece. Un abrazo.
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Grata sorpresa, después de un prolongado suspenso… Je,je.
Muchas gracias por tu visita.
Saludos cordiales.
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Bravo Javier…es el tipo de poesia que releo, porque la poesia procesada tiene elementos estéticos y rítmicos de los cuales prescinde la poesia espontanea, ya que apela al sentimiento en lugar de la norma. —aplaudo tu obra y la condecoro con miles de estrellas.
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Gracias, Domingo, por tan amable comentario.
Saludos cordiales.
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Fantástico soneto, mi aplauso.
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Gracias, Raúl, un saludo afectuoso.
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