A la vera del tiempo

Contemplando se sentó una noche
en la vera del tiempo a mí mano callada,
mientras suspiraba con su suave pelo
el viento enloquecía no podía oír nada.

Cuando su ropa la dejó desnuda,
la piel se hizo una con el agua mansa.
Su belleza tan clara a la luz del día,
permitió que viera lo que aún no amaba.
Estaba en sano juicio, todos contemplaban,
es consciente de su sed, ellos repetían

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Enhorabuena, muy bueno.

saludos @Erre.Ramine

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Muchas gracias

Muy hermoso! Saludos, compañera.

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Muchas gracias, un saludo

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